El transporte activo es importante para la función celular porque mueve elementos importantes, como calcio y glucosa, dentro y fuera de las células. Las proteínas se encuentran en la membrana celular, con una parte dentro y otra fuera la membrana Si estos elementos no atraviesan la membrana, la célula puede morir.
Dentro de un organismo, los líquidos fuera y dentro de las diversas células tienen diferentes sustancias en ellos. En la bicapa lipídica, las células tienen miles de proteínas incrustadas. Ciertas proteínas están diseñadas para mover ciertas sustancias. Por ejemplo, una proteína no transporta iones de calcio sino que mueve la glucosa. A veces, la concentración de líquido dentro de la célula es diferente a la concentración fuera de la célula, lo que crea un gradiente de concentración. Se necesita más energía para mover las sustancias de un área de menor concentración a un área de mayor concentración.
Algunas toxinas impiden que las proteínas capten y transporten sus moléculas asignadas. Conocidas como inhibidoras, estas toxinas obstruyen el proceso y evitan que la célula reciba los nutrientes que necesita. Otras toxinas simplemente destruyen las proteínas en lugar de obstruirlas. De cualquier manera, la pérdida de proteínas de transporte daña la célula. El efecto es similar a tratar de regar una yarda con un sistema de rociadores pero con la mitad o más de las espitas obstruidas.