Las primeras plantas terrestres se enfrentaron a una serie de desafíos cuando comenzaron a colonizar territorios terrestres, como la evolución de las formas de sostenerse y prevenir la desecación, según la documentación de la Universidad de las Indias Occidentales. Además, Las plantas tenían que desarrollar nuevos métodos para la dispersión de esporas y la fertilización de los huevos para poder sobrevivir fuera del agua. La superación de estos desafíos llevó a muchas de las adaptaciones únicas de las plantas modernas.
Las primeras plantas evolucionaron en ecosistemas que se suspendieron en el agua. En consecuencia, se basaron en este recurso constante para la supervivencia. Las plantas primitivas usaban el agua para dispersar sus esporas y como un medio a través del cual las células de esperma podían nadar a las células de los óvulos. Por cierto, el agua ayudó a mantener las plantas y mantenerlas hidratadas. La evolución de los sistemas vasculares ayudó a las plantas a transportar agua a través de sus estructuras y a permanecer estables mediante el uso de la presión creada por el agua como apoyo. Para superar las dificultades de la dispersión de esporas, las plantas desarrollaron muchos tipos diferentes de esporas que viajan mejor en el aire. Las plantas modernas han desarrollado una serie de métodos para transportar células de esperma, incluidos insectos, vientos y aves.
Algunas plantas terrestres, como los musgos, todavía dependen del agua para la fertilización de los óvulos. Sus células de esperma deben nadar a través del agua para llegar a las células del óvulo. Esta es una de las razones por las que el musgo siempre se encuentra en áreas húmedas.