La función principal del citoplasma dentro de una célula es actuar como medio de suspensión para sus estructuras internas. Estas estructuras internas se llaman orgánulos y realizan funciones importantes como la respiración celular. Los propios orgánulos no son naturalmente flotantes, por lo que los filamentos de proteínas ayudan a mantenerlos a flote en toda la célula.
El citoplasma se compone de un material transparente llamado citosol y se puede encontrar en células vegetales y animales. El citosol está compuesto principalmente de agua y constituye más del 60% de la célula. El citoplasma tiene otras funciones dentro de la célula que no son menos importantes que sus deberes de suspensión. Según Science Control, todo lo que una célula produce o utiliza viajará a través del citoplasma. Los organelos intercambian sustancias químicas a través del citoplasma, algunos de los cuales se descomponen primero por las enzimas almacenadas en la suspensión abierta del líquido celular. El citoplasma, que se encuentra en la totalidad de la célula entre la membrana plasmática y el núcleo, también sirve como protector de los orgánulos que contiene dentro de sí mismo. Una célula sufre los impactos de las células vecinas u otras fuerzas externas. El citoplasma actúa como amortiguador durante estas colisiones, solidificando su importancia para la funcionalidad y la durabilidad de una célula.