Las personas que sufren de síntomas de compresión espinal, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, calambres o falta de coordinación de los brazos, piernas, manos y pies, pueden beneficiarse de la terapia física, según Johns Hopkins Medicine /strong> Los pacientes de terapia física realizan ejercicios para fortalecer la espalda, las piernas y los músculos abdominales y aprenden a realizar movimientos funcionales dentro de un rango seguro de movimiento. En algunos casos, se utiliza una abrazadera para proteger la columna vertebral y el collarín cervical.
Las afecciones como la osteoartritis, la lesión de la columna vertebral, la alineación anormal de la columna vertebral, la enfermedad ósea o la artritis reumatoide pueden causar compresión de la columna vertebral, y el tratamiento de terapia física a menudo se complementa con medicamentos, según Johns Hopkins Medicine. Algunos pacientes requieren cirugía para extirpar los espolones óseos, aliviar la presión sobre la columna vertebral o reparar las vértebras dañadas. Las formas alternativas de terapia de la columna vertebral incluyen la acupuntura y la atención quiropráctica.
Aunque la compresión espinal no se puede prevenir en muchos casos, el ejercicio juega un papel clave en la salud espinal, señala Johns Hopkins Medicine. Los ejercicios de fuerza y flexibilidad dirigidos a los músculos que sostienen la columna ayudan a prevenir el desgaste gradual y el estrés en la estructura. La gente debería practicar levantar cosas pesadas de manera segura. Las personas con sobrepeso u obesas deben perder peso para reducir el estrés en la espalda y la columna vertebral. Además, aprender una buena postura y dormir en un colchón firme son ayudas naturales para la salud de la columna vertebral.