Los signos y síntomas comunes de la enfermedad hepática incluyen ictericia, en la cual los ojos y la piel adquieren un color amarillento, así como dolor abdominal, comezón en la piel, fatiga crónica e hinchazón en los tobillos y las piernas, según la Clínica Mayo. Un paciente con enfermedad hepática también puede magullarse con facilidad, tener un color oscuro en la orina, experimentar náuseas y pérdida de apetito, y tener heces pálidas o con sangre.
A medida que avanza la insuficiencia hepática, los pacientes experimentan síntomas graves que requieren atención médica, como abdomen inflamado, desorientación mental o encefalopatía hepática, somnolencia, tendencia a sangrar fácilmente o coma, explica WebMD. Algunas de las causas más comunes de insuficiencia hepática crónica incluyen cirrosis, alcoholismo, hepatitis B, hepatitis C y hemocromatosis. La insuficiencia hepática aguda puede ocurrir en tan solo 48 horas y es a menudo causada por virus, una sobredosis de paracetamol, la ingesta de hongos silvestres venenosos o medicamentos herbales y recetados específicos.
"Las personas con enfermedad del hígado graso pueden experimentar signos y síntomas sutiles, como debilidad, pérdida de peso, cansancio, náuseas y falta de juicio", explica WebMD. Un hígado más grande, un dolor en la parte superior derecha o en el centro del vientre y parches oscuros de color en el cuello o debajo de los brazos también apuntan a una enfermedad del hígado graso. Las cicatrices en el hígado o la cirrosis también pueden provocar una acumulación de líquido, hemorragia interna y desgaste de los músculos.