A partir de 2014, una de las razones principales por las que los adolescentes se decantan por el interés de los adolescentes en la lectura es su fácil acceso a medios digitales y herramientas. Los adolescentes se han acostumbrado a recibir información rápida a través de artículos en línea, mensajes de texto y redes sociales. Los adolescentes también tienen mayor acceso al cine y la televisión.
Una razón general por la que los adolescentes no leen es porque están atrapados en actividades sociales y demandas académicas. Los adolescentes no tienen tanto interés en leer por placer cuando se les pide que lean para las clases en la escuela. Muchos adolescentes también participan en deportes y actividades extracurriculares, que ponen a prueba su tiempo y energía para la lectura. Durante el tiempo libre que tienen, los adolescentes a menudo prefieren salir con amigos y participar en entornos sociales. La lectura se realiza normalmente en forma aislada o privada.
Las computadoras, la navegación web y los videojuegos también han ocupado parte del tiempo libre que los adolescentes de las generaciones anteriores solían dedicar a la lectura. La lectura requiere un período prolongado de concentración, mientras que la navegación web y los juegos son actividades en las que los adolescentes pueden comenzar y terminar sin poner mucha energía mental. Muchos adolescentes también tienen una opinión general de que la lectura es aburrida, poco interesante e improductiva.