¿Para qué se utiliza una brújula?

Una brújula es una herramienta de navegación que marca la dirección de acuerdo con el ciclo de rotación de la tierra o su campo magnético. Las brújulas se pueden usar para trazar y rastrear viajes de dirección predeterminada en tierra o mar.

Los compases primitivos fueron utilizados por primera vez por los chinos alrededor del siglo IV a. C. como una forma de navegar su camino y armonizar su entorno. La creación de estos instrumentos se basó en la antigua práctica del feng shui con el propósito de coordinar la energía ambiental que fluye libremente. Los chinos usaban una tabla con una cuchara. El cucharón de la cuchara era la aguja, o puntero, y siempre apuntaba hacia el sur.

Una brújula moderna utiliza una aguja magnetizada que sirve como indicador para determinar la dirección. La aguja de una brújula moderna siempre apunta al norte para alinearse con el norte magnético de la Tierra.

La tarjeta de la brújula viene marcada con los puntos cardinales (norte, sur, este y oeste), que proporcionan claramente las marcas de navegación. El puntero magnetizado encuentra estos puntos en su tirón hacia el campo magnético de la Tierra. En el hemisferio norte, una aguja de la brújula atrae el polo sur magnético, y viceversa, porque a diferencia de los polos se atraen.

Sin embargo, el campo magnético de la Tierra es relativamente débil en comparación con la gravedad y la fricción. Para que la aguja responda al magnetismo de la tierra, estas fuerzas más sustanciales deben tener un umbral inferior: la aguja debe ser liviana y montada con una resistencia de fricción mínima. Para establecer una dirección prevista o los puntos cardinales, la fuerza magnética debe tener menos gravedad y fricción para superar.

Los problemas comunes para los compases incluyen una cúpula enloquecida o agrietada, donde este umbral sufre daños por el aumento de la presión. El daño puede resultar de una caída o exposición excesiva al sol, lo que generalmente conduce a una burbuja e indica más influencia gravitacional y de fricción; por lo tanto, la sensibilidad de la aguja al campo magnético disminuye y la brújula se vuelve inexacta.