Los pingüinos no hibernan durante el invierno antártico; en vez de eso, aprovechan el clima frío para alimentarse y reproducirse. Con su capa de grasa, pelaje aislante y abrigos grasos, los pingüinos están altamente adaptados para vivir incluso en los meses más fríos del año.
Similar a muchas especies de aves, algunas especies de pingüinos migran a su caldo de cultivo original para reproducirse y criar a sus crías. Los pingüinos emperador se reproducen anualmente durante el invierno antártico, viviendo en un ambiente de media luz u oscuridad desde junio hasta agosto. Los pingüinos macarrones, por otro lado, viajan a una gran distancia de su lugar de reproducción de verano y permanecen dentro de la zona frontal polar para alimentarse en el invierno. A diferencia de los pingüinos emperador, los pingüinos macarrones no permanecen juntos en un grupo; se dispersan en grupos separados cuando migran.