Las serpientes no tienen pies ni piernas, sino que se impulsan hacia adelante con sus escamas ventrales. Las escamas ventrales son muy parecidas a las huellas de los neumáticos en un automóvil, lo que permite que la serpiente se agarre.
Los investigadores dicen que las serpientes no siempre han estado sin piernas. La investigación publicada en el Journal of Vertebrate Paleontology sugiere que las serpientes en algún momento tenían patas, pero evolucionaron sin ellas porque se volvieron menos útiles y crecieron menos con el tiempo. Su investigación se basa en especímenes de serpientes desenterrados que se remontan a hace 112 millones de años y que sugieren que las serpientes tenían patas. Los especímenes de hace 90 millones de años muestran la regresión en las piernas y el movimiento hacia las especies sin patas que hoy reconocemos.