Algunas, pero no todas, las especies de salamandra hibernan durante los meses de invierno. Las salamandras se clasifican como anfibios, y los anfibios no pueden regular sus propias temperaturas corporales.
Las salamandras se dividen en dos categorías: terrestres o terrestres, acuáticas o acuáticas. Si vive en la tierra, una salamandra encuentra una madriguera u otro refugio natural en troncos viejos o lugares rocosos, ya que las salamandras no pueden cavar por sí solas. Las salamandras terrestres hibernan durante los meses de invierno para evitar las bajas temperaturas. Durante la hibernación, la tasa metabólica de los anfibios disminuye drásticamente. Las salamandras acuáticas pueden permanecer activas, incluso durante los meses de invierno, bajo el hielo del entorno acuático en el que viven.