Los gatos se despojan de sus bigotes de forma natural y crecen nuevos varias veces en la vida. Aunque los bigotes pueden volver a crecer si se cortan, es un error recortarlos.
Los bigotes de los gatos, a diferencia del cabello humano, son receptores táctiles. Estos pelos más duros y más largos, también llamados vibrissae, están incrustados más profundamente en el cuerpo del gato, a diferencia del vello corporal. Las vibrisas están conectadas a los sensibles sistemas muscular y nervioso del gato. Esto ayuda al gato a responder a las cargas en su entorno, lo que le da un mayor sentimiento. Cortar o cortar los bigotes puede causar que un gato se desoriente y asuste. Sin embargo, si los bigotes se cortan accidentalmente, vuelven a crecer en unos pocos meses.