Las infusiones de hierro por vía intravenosa pueden causar hinchazón o hinchazón de la cara y las extremidades; mareos, desmayos o mareos al cambiar de posición o levantarse; náuseas y calambres estomacales; y erupción corporal, según la Clínica Cleveland. Los síntomas adicionales pueden incluir dificultades respiratorias, dolor en el pecho, anafalaxis y presión arterial baja.
Las infusiones de hierro IV se usan para tratar la anemia en personas con enfermedad renal a largo plazo, en personas en diálisis o en otras personas con anemia que no han respondido a cambios en la dieta o suplementos de hierro por vía oral, señala WebMD. También se puede usar para complementar el tratamiento con eritropoyetina, un medicamento que estimula a la médula ósea a producir más glóbulos rojos.
Aquellos con recuentos sanguíneos bajos no relacionados con el hierro y aquellos con infecciones renales activas no deben tomar hierro por vía intravenosa, afirma WebMD. Las personas con enfermedad renal o hepática o de Hodgkin, las que tienen asma o problemas de sangrado y las que tienen enfermedad autoinmune o cardiaca deben tomar hierro por vía intravenosa con precaución."La anemia se produce cuando el cuerpo no puede producir suficiente hemoglobina debido a una deficiencia de hierro", explica la Clínica Cleveland. Los síntomas incluyen fatiga, piel pálida, dificultad para respirar, latidos cardíacos rápidos y sensación de frío. Un dolor de cabeza, mareos e infecciones frecuentes son otros síntomas asociados con la anemia.
"Las mujeres, las personas que toman anticoagulantes, las personas mayores de 65 años, las que tienen insuficiencia renal y las que tienen problemas para absorber nutrientes tienen un mayor riesgo de desarrollar anemia", señala la Clínica Cleveland. Los que toman medicamentos que inhiben la absorción de hierro y los que están en diálisis también corren un mayor riesgo.