La piedra pómez se clasifica como una roca ígnea extrusiva. Se forman formaciones rocosas extrusivas cuando la lava fundida fluye desde el interior de la Tierra y se solidifica en la superficie.
La piedra pómez es una piedra ligera y porosa con una superficie rugosa. A menudo se usa para exfoliar y suavizar la piel áspera en áreas como las plantas de los pies y los codos. La piedra pómez obtiene su apariencia y textura por la forma en que se forma. Debido a que es un tipo de roca extrusiva, la piedra pómez se forma a partir de lava caliente o magma.
A medida que la lava se enfría cuando llega al aire, se endurece y se convierte en roca. El tipo de piedra formada depende de la cantidad de gas, así como del número de cristales que crecen. Por ejemplo, si la lava no forma ningún cristal, se forma la obsidiana. Cuando la lava libera una gran cantidad de componentes volátiles como gas libre, se forman piedras ligeras, como la piedra pómez. A medida que el magma se enfría, el gas crea cavidades en forma de burbujas de diferentes tamaños. Estas cavidades son lo que le da a la piedra su flotabilidad y textura áspera. Además de la piedra pómez, otros ejemplos de este tipo de roca son la escoria y el basalto vesicular.
Una forma fácil de recordar la diferencia entre rocas extrusivas e intrusivas es asociar el flujo de lava con el nombre. En rocas extrusivas, la lava fluye hacia el exterior de la corteza terrestre. Las rocas intrusivas están formadas por lava en el interior.