Las células de Schwann son el principio de glía, que son los apoyos de las neuronas, en el sistema nervioso periférico. Las células de Schwann forman lo que se llama la vaina de mielina que rodea el axón de la neurona. La función de esta vaina es proteger y dirigir los impulsos nerviosos.
Si las células de Schwann están dañadas, puede causar una serie de problemas motores, que pueden incluir parálisis. Si la vaina de mielina que componen las células de Schwann se daña, los impulsos no pueden fluir correctamente, muy parecido a la función de un recubrimiento en un cable eléctrico. Los impulsos son movidos por una bomba Na-K, que es una bomba de sodio y potasio, que invierte las cargas positivas y negativas a lo largo de la vaina, forzando los impulsos de una forma u otra. Cuando se produce una interrupción, no hay nada para revertir la carga, lo que hace que la información no se transmita al cerebro.