Hay una especie de medusas que, en teoría, viven para siempre; se llama Turritopsis dohrnii. Vive en el mar Mediterráneo y alrededor de las aguas de Japón.
En 1988, un biólogo marino llamado Christian Sommer hizo un descubrimiento crítico sobre la Turritopsis dohrnii mientras estudiaba los hidrozoos, que en ciertos momentos de su ciclo de vida se parecen a las medusas. Sommer notó que la Turritopsis dohrnii tiene la capacidad de envejecer en reversa una vez que alcanza su etapa más antigua. El Turritopsis dohrnii se vuelve cada vez más joven hasta que llega a la etapa más temprana de su ciclo de vida, momento en el que comienza de nuevo.