El cloruro de sodio, que es una sal de mesa regular, se convierte en un electrolito, cuando se disuelve en agua u otro disolvente ionizante. En su forma sólida, el cloruro de sodio no es un electrolito.
Un electrolito es una sustancia que se ioniza cuando se mezcla con agua. La ionización es la conversión química de un átomo o molécula neutra en un ión cuando se elimina un electrón.
Los iones tienen un desequilibrio de electrones y protones que resulta en una carga positiva o negativa. Cuando el cloruro de sodio se mezcla con el agua, el compuesto se divide en un ion de sodio positivo separado y un ion de cloruro negativo.
En el cuerpo humano, tanto el cloruro como el sodio regulan los niveles de agua y ayudan al cerebro, los músculos y el sistema nervioso a comunicarse, según MedicineNet.