El azúcar es un compuesto. El azúcar, o sacarosa, se compone de elementos de carbono, hidrógeno y oxígeno y tiene la fórmula química C12H22O11.
Un compuesto está formado por los átomos de dos o más elementos diferentes que se han unido entre sí. Estos elementos pueden descomponerse por medios químicos. Los elementos que forman un compuesto, cuando se unen, tienen propiedades que son diferentes de las propiedades de los elementos individuales. Otros ejemplos de compuestos son el agua y la sal de mesa.
Por otro lado, un elemento está formado por un solo tipo de átomo y no puede descomponerse en una materia más simple por medios químicos o físicos. Ejemplos de elementos incluyen argón y nitrógeno.
Finalmente, una mezcla combina dos o más elementos que se entremezclan pero que se pueden separar fácilmente. En el caso de una mezcla, cada elemento conserva sus propiedades individuales. Ejemplos de mezclas incluyen aire y agua salada.