Un riesgo imaginado es una exageración o sobreestimación de un riesgo o amenaza que puede hacer que una persona reaccione de manera exagerada o desarrolle un comportamiento que afecte su nivel de confianza o autoestima. Las personas tienden a minimizar el juego Riesgos y riesgos más raros y más espectaculares en la vida. Los riesgos imaginarios pueden incluir amenazas percibidas relacionadas con viajes en avión, accidentes nucleares o desastres naturales.
El autor Bruce Schneier, quien escribió el libro "Más allá del miedo", dice que las personas se preocupan más por los eventos que ocurren con menos frecuencia que por las amenazas cotidianas. Por ejemplo, las personas tienden a preocuparse por la preparación ante terremotos más que por deslizarse en la ducha. Sin embargo, según el autor, las estadísticas muestran que la última aparición provoca más muertes cada año.
La amenaza del terrorismo causa más miedo que el crimen en las calles, aunque más personas pierden vidas en delitos locales que en actos nacionales que involucran a terroristas. Los padres se preocupan cada año por las golosinas que se distribuyen a sus hijos durante las actividades de truco o trato. Muchos adultos imaginan que algunas de las piezas pueden estar envenenadas. Sin embargo, las estadísticas muestran que este evento nunca ha ocurrido.
Los riesgos imaginados también pueden extenderse al comportamiento del consumidor. Un riesgo percibido en los negocios se denota por la incertidumbre del consumidor. Los consumidores intentan disminuir la ansiedad obteniendo toda la información que puedan sobre un producto específico. Los fabricantes intentan tranquilizar a los clientes ofreciendo garantías o garantías. Los voceros también son contratados para aumentar el nivel de confianza del consumidor.