La lógica es un arte liberal, así como una ciencia cuando la forma de arte se utiliza especulativamente. Los educadores apoyan esta afirmación, diciendo que el objetivo de la lógica especulativa es realizar una verdad, lo que también resulta en acción. Por lo tanto, los lógicos utilizan la ciencia de la lógica para dirigir su pensamiento para demostrar una verdad.
El cardenal Mercier de la Universidad de Notre Dame dice que la lógica también puede considerarse una ciencia práctica que dirige el pensamiento de las personas. Citando a Santo Tomás, el cardenal cita al santo: "En cuestiones especulativas, la ciencia dialéctica racional es una cosa [mientras] ... lo demostrativo, otra".
Por lo tanto, la lógica, cuando se utiliza como un arte, pretende demostrar lo que una persona está tratando de transmitir. El cardenal Mercier agrega que algunos individuos, específicamente aquellos que definen la lógica como un arte, creen que es más especulativo que práctico. El cardenal afirma que "la lógica también es un arte, si lo entendemos como un conjunto de reglas que nos guiarán hacia una actividad eventual".
Leo Tolstoy apoyó la definición de lógica como arte al decir que este tipo de razonamiento depende de que una persona reciba el sentimiento de expresión de otro individuo. Entonces, para considerar la lógica como arte, debe ocurrir una acción que esté subordinada al razonamiento y pensamiento de una persona.