Existen numerosos comportamientos que pueden clasificarse como negativos según la situación y la actividad, incluida la falta de iniciativa, la irresponsabilidad, la agresión y el hecho de ser víctima. Estas conductas negativas pueden aplicarse al trabajo, a los hábitos de aprendizaje o incluso a lidiar con cosas como la adicción.
Las conductas negativas son algo que se puede cambiar con un poco de esfuerzo y refuerzo positivo, pero puede llevar tiempo y esfuerzo. Las personas con rasgos de comportamiento negativo pueden aislarse, mentir, asumir cosas acerca de sí mismas y de los demás, volverse agresivas o poner a menudo las prioridades de otras personas antes que las propias. Estos pueden ser rasgos debilitantes en muchas situaciones de la vida.