El color puede afectar el comportamiento de una persona porque puede cambiar la forma en que se siente. Puede afectar el estado de ánimo, los sentimientos y las emociones, según se estudia en el campo de la psicología del color. Muchas escuelas, empresas, hospitales y diseñadores de interiores utilizan las pautas de la psicología del color para lograr el resultado deseado.
Las sociedades antiguas, como los egipcios y los chinos, usaban el color como una terapia de curación. Esta terapia se usa incluso hoy en día como un tratamiento alternativo para diferentes afecciones. Utiliza el color rojo para estimular el cuerpo y la mente y aumentar la circulación. El amarillo se utiliza para la limpieza y la estimulación nerviosa. Se cree que la naranja ayuda con los pulmones y los niveles de energía. El azul es conocido como un color relajante, y algunos lo utilizan para tratar el dolor. El índigo se utiliza para eliminar los problemas de la piel.
Uno de los casos más extremos en que se usa un color para cambiar un comportamiento es en el Departamento de Libertad Condicional del Condado de San Bernardino en California. Esta institución utiliza un color rosa chicle para calmar y relajar a los jóvenes que se comportan de manera violenta. Cuando los jóvenes violentos se colocan en una celda pequeña de color rosa chicle, se observa que se relajan, dejan de gritar y generalmente se duermen rápidamente. Sin embargo, según Gruson del New York Times, no todos los psicólogos están de acuerdo con la efectividad de este método.