Los aceites conducen la electricidad mínimamente en condiciones normales, lo que los hace útiles como aislantes. La extensión de la conductividad eléctrica depende de la concentración de impurezas. La presencia de sales y otras sustancias generalmente aumenta la conductividad eléctrica del aceite.
El American Petroleum Institute clasifica los aceites en cinco grupos. El grupo I incluye aceites que han sido ligeramente refinados y poseen una conductividad eléctrica muy baja. El grupo II está compuesto por aceites tratados con hidrógeno que también tienen baja conductividad. El Grupo III y el Grupo IV son aceites más altamente refinados que se usan principalmente como lubricantes industriales con baja conductividad. Los aceites del Grupo V poseen una alta conductividad eléctrica y no son adecuados para su uso como aceites base porque las descargas eléctricas pueden dañar los componentes del sistema.