A partir de 2015, no hay evidencia científica de que el aceite de coco pueda curar la enfermedad de Parkinson, según la Fundación de Investigación de Parkinson. Sin embargo, algunos científicos afirman que una dieta rica en aceite de coco y otras fuentes de ácidos grasos de cadena media puede retrasar la enfermedad de Parkinson, como informa la Universidad de Copenhague.
El aceite de coco retrasa las enfermedades del cerebro relacionadas con la edad al proporcionarle energía a largo plazo, lo que significa que el cerebro no tiene que descomponerse y reparar sus células con tanta frecuencia, explica Daily Mail. A partir de 2014, los científicos solo han demostrado los efectos del aceite de coco en roedores, pero pueden utilizar la investigación para desarrollar tratamientos para la enfermedad de Parkinson en el futuro, como indica la Universidad de Copenhague.