Después de extirpar la vesícula biliar, el hígado continúa produciendo la misma cantidad de bilis que siempre, pero dado que la vesícula biliar ya no está allí para recolectar y almacenar la bilis, se drena continuamente al sistema digestivo, explica Liver Doctor. Algunas veces la bilis fluye de regreso al estómago, llamada reflujo biliar, y ocurre con más frecuencia en las personas a quienes se les extirpa la vesícula biliar, señala la Clínica Mayo. Los síntomas del reflujo de bilis incluyen dolor abdominal superior intenso, sabor amargo y vómitos biliares.
El malestar postoperatorio temprano puede ocurrir, afirma el doctor del hígado. Por ejemplo, cuando el paciente come una comida alta en grasa, no hay suficiente bilis para una digestión adecuada, lo que lleva a diarrea, hinchazón, indigestión o náuseas. Algunas personas notan que los síntomas incómodos disminuyen con el tiempo, pero otras pueden necesitar hacer algunos cambios en su estilo de vida para poder vivir cómodamente.
Un doctor de hígado dice que para aliviar los síntomas digestivos cuando no hay una vesícula biliar que regule el almacenamiento y el uso de la bilis del cuerpo, algunos cambios útiles en el estilo de vida incluyen cambiar a una dieta baja en grasas y dejar de lado los alimentos fritos. Alrededor del 90 por ciento de los pacientes de cirugía de vesícula biliar reanudan su dieta habitual después de que sus cuerpos se adaptan a vivir sin la vesícula biliar, pero algunas personas pueden sentirse mejor al saltear comidas grandes y poco frecuentes en lugar de comidas más pequeñas y frecuentes.