Los aludes de lodo ocurren en áreas donde la tierra ha sido desestabilizada por la eliminación de la vegetación, a menudo como resultado de incendios forestales o actividades humanas. Los aludes de lodo tienden a ocurrir cuando hay una pendiente pronunciada y pueden volver a ocurrir en el mismo lugar. Los estados más afectados en los Estados Unidos son California, Oregon, Washington, Alaska y Hawai.
En un alud de lodo, el suelo se satura con la lluvia. La falta de vegetación deja el suelo sin raíces para mantenerlo unido. Si la pendiente es empinada, cuando el suelo alcanza un cierto punto de saturación, puede actuar como un líquido que fluye por la pendiente. El suelo recoge cualquier cosa en su camino, creando una diapositiva de escombros en rápido movimiento que pueden crear un daño masivo. Los deslaves pueden ser provocados por desastres naturales, pero también se sabe que ocurren sin otro desencadenante que las lluvias prolongadas.
Los aludes de lodo son difíciles de predecir, pero el conocimiento de las condiciones ambientales puede ayudar a proteger la propiedad y las vidas. Desarrollar un plan de evacuación puede salvar vidas. Los estudios geológicos de las áreas sospechosas antes de la construcción pueden indicar un potencial de deslizamiento de lodo y afectar las decisiones de construcción, salvando la propiedad de daños futuros. La siembra para establecer un sistema de raíces en pendientes pronunciadas hace que el suelo sea menos vulnerable a la desestabilización y disminuye la probabilidad de un deslizamiento de tierra.