Los diferentes tipos de líquidos ayudan o dificultan la transferencia de nutrientes a una planta, lo que significa que algunos líquidos ayudarán a que la planta crezca más rápido y más fuerte, mientras que otros pueden detener el proceso de crecimiento o incluso matar a la planta por completo. las plantas terrestres han evolucionado para absorber la lluvia o el agua subterránea, por lo que cuando se introduce en otros líquidos, la planta puede no ser capaz de absorber o usar el líquido adecuadamente.
Las plantas necesitan agua para convertir la luz del sol en energía para crecer. Sin agua, la planta no puede transportar nutrientes y energía a través de su estructura. Cuando las raíces de una planta entran en contacto con el agua, la planta está diseñada para filtrar cualquier impureza innecesaria y solo absorber agua pura. Por esta razón, regar una planta con líquidos azucarados solo disminuye la cantidad de agua que la planta absorberá. La planta ve toda el agua como una impureza, y debe ejercer energía para filtrar el agua y absorber menos que si el agua ya estuviera pura.
Regar una planta con agua salada también impide la cantidad de agua que la planta puede absorber. La sal naturalmente extrae la humedad de la planta, lo que significa que la planta se deshidratará cuando se le administre solo agua salada.
De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Colorado, dar agua con gas a una planta durante un corto período de tiempo ayudará a que la planta absorba más nutrientes de lo que lo haría con agua pura. Esto ayudará a estimular el crecimiento de las plantas. Sin embargo, si a la planta solo se le da agua con gas, puede absorber demasiados nutrientes, y esto puede tener un efecto negativo.