Un cometa está compuesto de polvo, amoníaco, hielo, dióxido de carbono y metano, además de otras sustancias. El hielo y el polvo cubiertos con una sustancia orgánica conforman en gran parte el núcleo de un cometa. La cola de un cometa consiste en polvo y gas.
El cometa más grande conocido es una fracción del tamaño de Plutón, un planeta enano. Un cometa es típicamente del tamaño de una pequeña ciudad, con un núcleo de solo 10 millas. La cola de un cometa, sin embargo, puede abarcar hasta 100 millones de millas. Cuando un cometa se acerca al sol, se calienta y forma una atmósfera conocida como coma, que puede tener 1 millón de millas de ancho. Los cometas no tienen lunas ni anillos.