Las tintas de impresión modernas están hechas con aceites o destilados de petróleo combinados con pigmentos orgánicos. La tinta negra está hecha con nanotubos de carbono. Las tintas más tradicionales están hechas con una mezcla de tinte y aceite o agua.
Las primeras tintas conocidas en China, India y Egipto se hicieron a partir de tintes de plantas y minerales molidos como el grafito. También se han tomado tintas de cefalópodos como calamares y sepias. El pegamento animal y la goma arábiga también se usaban a menudo como agentes aglutinantes. Muchas culturas diferentes llegaron al descubrimiento de la tinta de forma independiente y existe una gran variedad de fórmulas únicas para ello.
Las tintas modernas se pueden dividir aproximadamente entre las que se usan con las impresoras y las que se usan para escribir. Las tintas de impresión en color se hacen con frecuencia de linaza o aceite de soja con pigmentos naturales compuestos de sales que contienen colorantes. Estas tintas también pueden usar un destilado de petróleo pesado para el solvente en lugar de los aceites. Los nanotubos de carbono se utilizan para tinta negra en impresoras, ya que pueden ser expulsados sin obstruir la boquilla.
Las plumas para escribir usaban tradicionalmente una mezcla de agua y tinte, pero las plumas modernas ahora usan un sistema a base de aceite que se parece a una pasta suave. Estas tintas se secan más rápidamente y tienen menos tendencia a manchar.