La espuma de poliestireno no se descompone en el medio ambiente en circunstancias normales. Al igual que el plástico, la espuma de poliestireno está hecha de un producto de petróleo a base de poliestireno que no es biodegradable. El plástico tarda cientos de años en descomponerse, y la espuma de poliestireno tarda mucho más tiempo porque es una forma más fuerte de plástico.
La espuma de poliestireno no se descompone porque las perlas de polímero que la componen son resistentes a la fotólisis. Es perjudicial para el medio ambiente porque requiere hidrocarburos que impactan negativamente en la capa de ozono y porque consume reservas limitadas de petróleo. Durante el proceso de fabricación, Styrofoam libera sustancias químicas que pueden causar dolor de cabeza, depresión, debilidad, fatiga y efectos renales adversos.
