El tiempo que una persona vive después de que su hígado se cierre depende de la causa de la insuficiencia hepática aguda y de si tiene acceso a un tratamiento médico de emergencia. Si se inicia con prontitud, a veces el tratamiento es eficaz y la condición puede revertirse. Cuando el hígado está muy dañado como para ser reparado, se puede realizar un trasplante de hígado. Sin tratamiento, la insuficiencia hepática aguda puede causar coma y muerte en pocas semanas.
La causa más común de insuficiencia hepática aguda es una sobredosis de medicamentos con paracetamol, como Tylenol. Otras causas incluyen hongos silvestres tóxicos, medicamentos recetados, medicamentos a base de hierbas, enfermedad hepática, cáncer, enfermedad autoinmune y hepatitis. La sobredosis de paracetamol o la intoxicación por hongos a veces se pueden tratar con medicamentos. Cuando la insuficiencia hepática es causada por un virus, la hospitalización y el tratamiento a veces pueden manejar los síntomas hasta que el órgano tenga tiempo de recuperarse. Los pacientes de trasplante de hígado tienen casi un 60 por ciento de probabilidades de sobrevivir durante al menos 15 años.
La insuficiencia hepática aguda suele ser difícil de diagnosticar al principio, ya que los síntomas son vagos. Incluyen pérdida de apetito, fatiga, náuseas y diarrea. A medida que avanza la afección, los síntomas más obvios incluyen ictericia, hinchazón del abdomen, sangrado excesivo, confusión, somnolencia y coma. La mejor manera de evitar la insuficiencia hepática aguda es a través de métodos de atención preventiva, como una dieta adecuada, una ingesta moderada de alcohol, vacunas contra la hepatitis, una buena higiene personal, no compartir agujas intravenosas, mantener un peso saludable y seguir las instrucciones al tomar medicamentos. >