Un tubo de rímel dura no más de 4 meses después de que se abre por primera vez. En comparación con otros productos de belleza, el rímel es el más propenso al crecimiento de bacterias, por lo que un individuo debe prestar mucha atención cantidad de tiempo que ha pasado desde que se usó el tubo.
Para recordar cuándo se abrió un tubo, los usuarios pueden escribir la fecha en un pedazo de cinta y pegarlo en el tubo. El uso de la máscara durante más de 3 a 4 meses permite que crezcan bacterias potencialmente peligrosas dentro del tubo. Si la bacteria entra en contacto con los ojos, puede causar picazón, ardor e incluso conjuntivitis.