Según el Servicio Meteorológico Nacional, en 2012, hubo 28 muertes relacionadas con peligros del clima invernal. El equipo de búsqueda y rescate de los Estados Unidos revela que solo el 25 por ciento de las muertes se debe al hielo nieve.
La mayoría de las muertes por hielo y nieve ocurren dentro de los automóviles. Cuando se atasca en un vehículo durante una tormenta de nieve, las personas deben bajar un poco la ventanilla para permitir que entre aire fresco. Esto reduce el riesgo de ser envenenado por el gas de monóxido de carbono mortal. Antes de poner en marcha el motor, los expertos recomiendan verificar que el tubo de escape no esté bloqueado. El motor se puede mantener funcionando a intervalos de 10 minutos para mantener el calor.