Los tres tipos principales de erosión son el transporte de tierra o rocas al mover agua, viento o hielo. El agua es la fuerza principal detrás de la erosión. Las olas del océano, el movimiento de un río y la caída de la lluvia son formas en que el agua transporta materiales de un lugar a otro.
La erosión hídrica es la fuerza detrás de la formación del Gran Cañón. El río Colorado ha tallado un cañón que tiene una milla de profundidad y hasta 18 millas de ancho. El material que el agua recoge se deposita en otros lugares cuando el agua disminuye su velocidad. El río Mississippi forma ricas tierras del delta en su boca mediante el depósito de dichos materiales.
Durante la década de 1930, la erosión eólica levantó el suelo de las tierras agrícolas, lo que resultó en el Dust Bowl y afectó al 75 por ciento de los Estados Unidos. El domingo negro, una tormenta de polvo depositó tierra y escombros de los Estados de la llanura en Washington. La erosión eólica es responsable de formaciones como las del Parque Nacional Arches en Utah.
Los glaciares en movimiento también erosionan y depositan materiales en su camino. Este hielo de movimiento lento corta profundamente en la tierra, formando cuencas y montañas con lados escarpados. Cuando el hielo encuentra temperaturas más cálidas y se derrite, deposita la tierra y las rocas que ha recogido en el camino.