El ciclo del agua es responsable de la lluvia, la nieve y el hielo que caen. También afecta al viento. El aire caliente y el frío se desplazan debido, en parte, al ciclo del agua.
La mayor parte del agua que compone la lluvia y la nieve se evapora del océano, y el ciclo del agua es el medio por el cual se forman las nubes. El clima está influenciado en muchos niveles por la precipitación en la atmósfera. El ciclo del agua también afecta al viento. Mientras que el océano y las áreas de tierra son los principales impulsores del viento, el agua en la atmósfera almacena calor, que puede crearlo y redirigirlo. Los patrones de viento son complejos, y el ciclo del agua juega un papel importante.
El clima es impulsado en gran medida por masas de aire caliente que interactúan con masas frías, y el ciclo del agua tiene un gran impacto en la temperatura del aire. La energía solar es absorbida por el océano, y esta agua evaporada trae calor con ella. Este calor aumenta el poder de las tormentas tropicales, y muchos se apagarían si no fuera por el ciclo del agua.
Los lagos grandes también influyen en el clima local al actuar como amortiguadores; Grandes lagos mitigan las temperaturas frías y calientes. Sin el ciclo del agua, los lagos de agua dulce se drenarán con el tiempo, y dependen de la lluvia regular para mantenerse llenos.