El dolor o la dificultad para tragar son síntomas comunes del cáncer de esófago, según WebMD. Los pacientes pueden experimentar ronquera, tos o dolor en el centro del pecho. Otros síntomas pueden incluir acidez estomacal, indigestión y pérdida de peso involuntaria.
El síntoma más típico del cáncer de esófago es la dificultad para tragar, afirma la Sociedad Americana del Cáncer. A medida que los tumores crecen, los pacientes sienten como si los alimentos estuvieran atrapados en sus gargantas y experimentaran sensaciones de asfixia. Ciertos individuos reaccionan a esto inconscientemente tomando bocados más pequeños y masticando más lentamente. A veces, los pacientes sustituyen los alimentos blandos por artículos que son más difíciles de tragar, como el pan y la carne.
El dolor en el pecho aparece cuando los alimentos no pueden pasar sin problemas a través del esófago debido a la presencia del tumor, informa ACS. Los pacientes generalmente sienten molestias, presión o ardor cerca del esternón poco después de tragar. Debido a que tienen problemas para comer, las personas con cáncer de esófago a menudo pierden peso. Esto también sucede porque el cáncer provoca una disminución del apetito pero un metabolismo más alto.
El cáncer de esófago generalmente comienza en las células que recubren el interior del esófago, explica la Clínica Mayo. Aunque puede desarrollarse en cualquier parte del esófago, ocurre con mayor frecuencia en la zona inferior del esófago en pacientes en los Estados Unidos. A partir de 2015, se desconoce la causa del cáncer de esófago.
Para diagnosticar el cáncer de esófago, un médico realiza un examen físico, considera los síntomas y ordena las pruebas, explica WebMD. Una radiografía de ingestión de bario le permite al médico ver claramente el esófago porque ha sido recubierto con un líquido especial. Un tubo delgado e iluminado, un endoscopio, a veces se introduce en la garganta del paciente para que el médico pueda observar el esófago. En este punto, el médico toma muestras de tejido y las examina microscópicamente para detectar células cancerosas.
El tratamiento para el cáncer de esófago depende de la salud general del paciente, el tipo de células involucradas en el cáncer y la etapa del cáncer, según la Clínica Mayo. Las opciones de tratamiento quirúrgico incluyen la extirpación de tumores pequeños, la extirpación de parte del esófago y la extirpación de parte del esófago, así como la porción superior del estómago. En el caso de una obstrucción esofágica, los médicos pueden insertar un stent metálico para mantener abierto el esófago. Los médicos también pueden recomendar quimioterapia o radioterapia para matar las células cancerosas.