Los síntomas de una tiroides poco activa o hipotiroidismo incluyen aumento de peso inesperado, piel seca, estreñimiento, mayor sensibilidad al frío, cambios en el ciclo menstrual y fatiga, según la Clínica Mayo. Las personas con hipotiroidismo también pueden experimentar un aumento en el nivel de colesterol en la sangre, debilidad muscular, ronquera, depresión, ritmo cardíaco lento, cabello seco o pérdida de cabello y una cara hinchada.
Las personas con hipotiroidismo experimentan diferentes síntomas, según la deficiencia de hormonas tiroideas, señala la Clínica Mayo. La mayoría de las personas desarrollan síntomas gradualmente durante varios años. Los síntomas como el aumento de peso y la fatiga generalmente no se notan en las etapas iniciales. Sin embargo, comienzan a manifestarse a medida que el metabolismo del cuerpo se vuelve más lento.
El hipotiroidismo no tratado puede provocar síntomas graves y otros problemas de salud, como enfermedades cardíacas, infertilidad, dolor en las articulaciones u obesidad, según la Clínica Mayo. La tiroides también puede agrandarse debido a la estimulación continua de la glándula tiroides para producir más hormonas. Los pacientes con hipotiroidismo también pueden sufrir olvidos, procesos de pensamiento más lentos o depresión.
Muchos de los síntomas asociados con una tiroides poco activa pueden imitar otras condiciones o ser de naturaleza vaga, afirma WebMD. Algunos grupos de personas tienen un mayor riesgo de desarrollar hipotiroidismo, como personas con trastornos autoinmunes, trastorno bipolar o síndrome de Down. Las mujeres mayores de 60 años son propensas a desarrollar hipotiroidismo, afirma la Clínica Mayo.
Un tipo raro de hipotiroidismo, llamado mixedema, es una afección potencialmente mortal que causa falta de respuesta, menor temperatura corporal, dificultad para respirar, menor presión arterial o coma. Cualquier persona que sienta un cansancio inexplicable o experimente alguno de los síntomas de hipotiroidismo debe consultar a un médico. Las personas que se someten a métodos de tratamiento como la cirugía de tiroides, el tratamiento con yodo radiactivo o los medicamentos antitiroideos requieren pruebas periódicas de la función tiroidea.