Los aneurismas pequeños y sin fracturas en el cerebro no tienen síntomas, pero los aneurismas más grandes pueden presionar el cerebro y causar un dolor de cabeza localizado, pupilas dilatadas, visión borrosa y dolor detrás o sobre el ojo, explica la Fundación Aneurisma del Cerebro. Los síntomas de la rotura de los aneurismas en el cerebro son graves y repentinos, e incluyen sensibilidad a la luz, dolor de cabeza severo y convulsiones, según WebMD.
Un dolor de cabeza severo es un signo de un aneurisma que se ha roto, según la Clínica Mayo. La mayoría de los pacientes lo describen como el peor dolor de cabeza de sus vidas, informa MedicineNet. Esto se debe a que cuando el aneurisma arrebata, la sangre irrita el cerebro y causa dolor intenso.
Otros síntomas, como náuseas, vómitos, confusión y sensibilidad a la luz, acompañan el dolor de cabeza, según la Clínica Mayo. Una hemorragia subaracnoidea, que es la filtración de sangre en una de las membranas que cubren el canal espinal y el cerebro, puede causar rigidez y dolor en el cuello, informa MedicineNet.
En los casos graves, el paciente puede perder el conocimiento, informa la Clínica Mayo. Una aneurisma rota puede dañar los vasos sanguíneos e interrumpir el flujo de sangre al tejido cerebral sano, lo que lleva a un accidente cerebrovascular isquémico, explica la American Stroke Association. La rotura de un aneurisma también puede dañar el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular hemorrágico. Un accidente cerebrovascular hemorrágico puede causar problemas para entender el lenguaje o hablar, parálisis de una pierna o un brazo, problemas de visión y convulsiones.