La leucemia mielógena aguda recurrente, o AML, se caracteriza por un cáncer que recurre o no responde al tratamiento, según el Instituto Nacional del Cáncer. El cáncer puede regresar a la médula ósea o puede haberse diseminado a otros tejidos. Las personas con AML recurrente experimentan síntomas que incluyen dolor, náuseas, infecciones y pérdida de apetito.
No existe un sistema de estadificación estándar para la LMA en adultos, informa el Instituto Nacional del Cáncer. En cambio, la enfermedad se describe como no tratada, en remisión o recurrente. La LMA en adultos sin tratamiento se refiere a casos recién diagnosticados
que no han sido tratados. La LMA en adultos en remisión se refiere a los casos que han sido tratados y ya no muestran signos o síntomas de leucemia en el cuerpo. La etapa final del cáncer ocurre durante la AML recurrente.
No existe un régimen de tratamiento típico para las personas con LMA en adultos recurrentes, señala el National Cancer Institute. La AML que persiste después del primer tratamiento puede requerir un cambio en el tratamiento con medicamentos o una dosis más intensiva, agrega la American Cancer Society. De manera similar, las personas cuya AML estuvo en remisión durante más de 12 meses tienen una mayor probabilidad de volver a poner la leucemia en remisión con un tratamiento mayor. La quimioterapia adicional no suele ser curativa para la AML recurrente.
La terapia para la AML recurrente que no responde al tratamiento continuado luego cambia a cuidados paliativos, explica la Sociedad Americana del Cáncer. Estas medidas apoyan la calidad de vida e incluyen medicamentos opioides, antibióticos y suplementos alimenticios ricos en calorías.