Según WebMD, algunos de los beneficios del uso de la creatina incluyen un mejor rendimiento atlético para grupos selectos de personas, como los vegetarianos; mejora del rendimiento académico en niños que padecen ciertos trastornos por deficiencia de creatina; y ralentizando el avance de la enfermedad de Parkinson. Algunos efectos secundarios negativos incluyen calambres musculares y dolores de estómago.
Las personas usan principalmente la creatina para estimular el aumento de masa muscular y mejorar el rendimiento en el ejercicio y los deportes, según WebMD; Sin embargo, la creatina no funciona para todos. Según Brittany Risher, de Men's Health, la creatina es más adecuada para actividades que requieren estallidos de energía cortos y sostenidos, como el béisbol y el fútbol. La creatina también se usa para tratar la artritis reumatoide, la depresión, la insuficiencia cardíaca congestiva y los altos niveles de colesterol, señala WebMD. La creatina se usa en el tratamiento de individuos que no pueden fabricar creatina de forma natural, una condición que puede causar autismo, convulsiones y retraso psicológico. La creatina trata la arginina-glicina amidinotrasferasa, un trastorno por deficiencia de creatina.
El químico no mejora la resistencia en deportes u otras actividades deportivas, según Risher. Además, la creatina no mejora el rendimiento de las personas mayores de 60 años, los atletas altamente capacitados y cualquier persona que consuma carne o pescado, ambas buenas fuentes de creatina. El químico también puede causar deshidratación porque estimula a los músculos a extraer grandes cantidades de agua del resto del cuerpo. Por esta razón, WebMD advierte a los usuarios que eviten hacer ejercicio en el calor y que beban mucha agua. Las madres embarazadas y lactantes y aquellas con problemas renales deben evitar el uso de creatina.
La creatina no debe usarse fuera de la actividad física, o puede causar un aumento de peso no deseado, dice Risher. Existe evidencia anecdótica que sugiere que la creatina puede causar daño renal, problemas cardíacos, calambres musculares, deshidratación y diarrea, pero estas afirmaciones no se han demostrado en estudios enfocados. Los niños menores de 18 años deben evitar tomar creatina hasta que se hayan realizado más investigaciones para probar los efectos del suplemento en ese grupo de edad.