¿Cuáles son los ejemplos de materiales dúctiles?

El aluminio, el cobre, el estaño, el acero dulce, el platino y el plomo son ejemplos de materiales dúctiles. Los materiales dúctiles pueden estirarse sin romperse y convertirse en alambres delgados. La ductilidad es una propiedad importante para manipular estos metales al martillar, dibujar o rodar. Posibilita su uso para la fabricación de cables eléctricos, tuberías, placas y otras piezas metálicas.

Los materiales dúctiles tienen diversos grados de ductilidad dependiendo de la temperatura, los enlaces metálicos, los componentes del material y el proceso de trabajo al que está sujeto el material. Variar la temperatura puede hacer que un material sea más o menos dúctil. Por ejemplo, el plomo y el estaño son dúctiles cuando están fríos, pero se vuelven quebradizos cuando se calientan a sus puntos de fusión. Por lo tanto, la temperatura a la que un metal pasa de ser dúctil a quebradizo debe considerarse en la selección de materiales, además de conocer los procesos mecánicos a los que debe someterse.

Los materiales también son muy dúctiles debido a sus enlaces metálicos característicos. Como tales, los metales son generalmente dúctiles, pero la composición de estos materiales metálicos no siempre es pura. Tienen componentes de aleación, lo que afecta a la ductilidad. Por ejemplo, aumentar el componente de carbono del acero disminuye la ductilidad. Otro ejemplo es el zinc, que es quebradizo a baja temperatura, pero cuando se calienta y se alea con cobre para formar latón, también se vuelve algo dúctil.