El agua es el más familiar de todos los líquidos, y algunos otros ejemplos incluyen gasolina, leche, orina y sangre. El vino, el alcohol, el café y la miel también son líquidos. El mercurio y el bromo son elementos líquidos.
Un líquido es un estado de materia con propiedades a medio camino entre los gases y los sólidos. Las moléculas líquidas tienen menos atracción mutua que las de los sólidos y más atracción mutua que las de los gases, por lo que un líquido no es del todo sólido, pero aún es más firme que el gas. Aunque tienen un volumen definido, los líquidos no tienen su propia forma definida. Los recipientes que los contienen determinan su forma.
Los líquidos cambian de forma cuando se exponen a temperaturas extremas. Los líquidos pueden hervir, evaporarse, congelarse, condensarse y formar soluciones. Las partículas en el agua fluyen libremente, pero la viscosidad puede evitar que fluyan algunos líquidos espesos. Un líquido de alta viscosidad, como la miel, no fluye tan rápido como un líquido de baja viscosidad, como el agua.
Un líquido newtoniano siempre se comporta como un líquido, independientemente de cuánta fuerza se le aplique. Un líquido no newtoniano difiere en que su comportamiento cambia con la aplicación de la fuerza. Un ejemplo de un líquido no newtoniano es Oobleck, que existe en forma líquida cuando no se interrumpe, pero se comporta como un sólido cuando se somete a la fuerza.
