Los tres tipos principales de rocas son ígneas, sedimentarias y metamórficas. Formadas en lo profundo de la Tierra, las rocas ígneas se forman cuando una roca derretida se enfría y se solidifica. Esta roca líquida es magma, y la velocidad de enfriamiento determina el tipo exacto de roca ígnea formada.
Formadas en la superficie de la Tierra, las rocas sedimentarias se forman en el agua o en la tierra. Estas rocas presentan capas de sedimento de fragmentos de minerales, rocas, materia vegetal o materia animal. Una roca metamórfica se forma cuando una roca ígnea o sedimentaria sufre una presión o calor intenso. Estas rocas se encuentran en lo profundo de la tierra. En lugar de derretir la roca, este proceso convierte la roca en una roca completamente nueva.