Las siete características de los seres vivos son movimiento, respiración, sensibilidad, crecimiento, reproducción, excreción y nutrición. Los estudiantes de biología a menudo recuerdan estas características con el acrónimo MRS GREN.
Nutrición y respiración son conceptos estrechamente relacionados. La respiración es una reacción química por la cual los seres vivos convierten los alimentos en energía. Por otro lado, la nutrición es la capacidad de llevar alimentos al cuerpo. Los animales demuestran nutrición al comer plantas u otros animales, pero las plantas demuestran nutrición al hacer su propio alimento a partir de la luz solar.
La sensibilidad es la capacidad de notar y reaccionar a los cambios en el ambiente. Cuando un ratón se topa con su agujero después de ver un halcón, está mostrando sensibilidad. Las plantas también muestran sensibilidad cuando crecen hacia la luz. La sensibilidad a veces se llama irritabilidad.
El movimiento se produce tanto en plantas como en animales. En el caso de los animales, a menudo se refiere a un cambio en la ubicación, como cuando un ciervo corre o un pájaro vuela. Sin embargo, el movimiento también puede referirse al movimiento de una sola parte de un organismo. Las plantas muestran movimiento cuando se abre una yema de la hoja o cuando una flor se cierra por la noche.
La reproducción significa que los seres vivos pueden producir descendencia, mientras que el crecimiento significa que los seres vivos pueden crecer o aumentar el número de células en sus cuerpos. La excreción es la capacidad de eliminar los desechos del cuerpo. Por ejemplo, los humanos excretan nitrógeno cuando orinan y dióxido de carbono cuando exhalan. Las plantas excretan oxígeno a través de sus hojas.
Algunos biólogos mencionan la homeostasis como una octava característica de la vida. La homeostasis significa que los seres vivos pueden mantener constante el medio ambiente dentro de sus cuerpos. La capacidad de los humanos para mantener una temperatura corporal constante al sudar en el calor y al temblar en el frío es un ejemplo de homeostasis.