La alta ductilidad, maleabilidad, conductividad y un aspecto blanco brillante son algunas de las propiedades físicas de la plata. La plata pura tiene la mayor conductividad eléctrica y térmica de todos los metales. Debido a que su presencia natural es relativamente rara, la plata se considera un metal precioso.
La maleabilidad es la capacidad de un material para ser martillado o laminado. La alta maleabilidad permite el trabajo del metal de la plata en formas complejas a temperaturas relativamente bajas. También son posibles láminas ultra delgadas de plata para aplicaciones industriales y aeroespaciales debido a su maleabilidad. La ductilidad es el grado en que un material se puede estresar y estirar en cables delgados, lo que lo hace útil para aplicaciones eléctricas.
La plata se usa comúnmente en contactos eléctricos para aplicaciones de radiofrecuencia debido a su conductividad eléctrica superior. Esta alta conductividad eléctrica también hace que la plata sea un buen material para los electroimanes, donde la densidad de flujo magnético generada por el imán es directamente proporcional a la intensidad de corriente que puede pasar.
La brillante naturaleza del metal plateado le permite ser pulido con un alto grado de suavidad. Sin manchar, la plata es el más reflectante de todos los metales, lo que lo convierte en un material ideal para espejos en el rango de luz visible, siempre que su superficie pueda estar aislada del oxígeno atmosférico que causa el deslustre.