Las dos ramas principales de la mecánica son la estática y la dinámica. La mecánica estática es el estudio de las fuerzas necesarias para mantener un cuerpo en equilibrio. La dinámica es el estudio del movimiento en sí mismo, y las fuerzas que lo producen.
Un ejemplo práctico del uso de la mecánica estática es la arquitectura. Es necesario determinar todos los esfuerzos a los que se someterán los soportes de carga en una estructura. La dinámica se divide en cinética y cinemática. La cinética observa las fuerzas que están conectadas al movimiento. La cinemática ignora las fuerzas en sí, a favor de mirar solo el movimiento. Una aplicación práctica de la mecánica dinámica es la ingeniería mecánica. Las ramas de la mecánica se dividen aún más en campos, dependiendo de qué materiales están tratando. Por ejemplo, la mecánica celeste tiene que ver con los cuerpos astronómicos.