Lo peor de vivir cerca de un volcán es la posibilidad de que entre en erupción, provocando muchas consecuencias negativas, como terremotos, flujos de lava, flujos de lodo, inundaciones, flujos piroclásticos, cenizas, dióxido de carbono, dióxido de azufre y otros tóxicos. gases En el pasado, las erupciones volcánicas han destruido ciudades y pueblos enteros y han causado grandes pérdidas de vidas.
El efecto de la erupción de un volcán depende de qué tipo es. Los volcanes de escudo, como los de la cadena de islas de Hawai, causan flujos de lava de movimiento lento. Estos no suelen ser peligrosos para las vidas humanas, pero dañan la infraestructura y la agricultura. Los estratovolcanes, que se construyen a partir de múltiples capas de lava, son volátiles, altamente peligrosos y han causado la mayor pérdida de vidas humanas. Los volcanes subglaciales causan erupciones debajo de los glaciares o capas de hielo, y el agua de deshielo puede causar inundaciones catastróficas.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos tiene un sistema de código de colores para advertir a las personas que viven cerca de los volcanes. Verde significa que el volcán está en su etapa normal o no eruptiva. Amarillo advierte de signos de inquietud de fondo. Naranja significa que hay un malestar significativo con probabilidad de erupción, o ha comenzado una actividad de erupción menor. Las señales rojas indican que una gran erupción ya ha comenzado o está a punto de comenzar. El USGS también tiene un Programa de Riesgos de Volcanes para educar a las personas sobre los peligros de los volcanes y evitar consecuencias catastróficas en el futuro.