Los usos del agua incluyen beber, lavar y limpiar, cocinar, transportar, proporcionar energía hidroeléctrica, irrigación y recreación. Los seres vivos necesitan agua para llevar los nutrientes a sus células y ayudarlos a excretar desechos y toxinas. El agua es necesaria en muchas reacciones químicas y pruebas de laboratorio. El agua también es necesaria para muchos procedimientos médicos, incluidos los tratamientos dentales y la diálisis.
El agua es útil para combatir incendios y es importante en los trabajos de construcción. El concreto, por ejemplo, está hecho de cemento y otros materiales mezclados con agua. El agua tiene uso como refrigerante en la fabricación, la industria y la agricultura. Tanto el ganado como los cultivos necesitan grandes volúmenes de agua para sobrevivir, y los cultivos necesitan agua para suministrar fertilizantes e insecticidas.
Mucho antes de la era industrial, las personas usaban el agua como fuente de energía. La primera máquina que usó agua fue probablemente una plataforma construida junto a un arroyo que estaba unido a una rueda aplanada. El agua cayó sobre las cuchillas y giró la rueda. Los molinos de agua anticuados todavía usan agua de esta manera.
Más tarde, la gente construyó represas para atrapar y almacenar las aguas de las inundaciones. Esto garantizaba un suministro de agua, incluso durante las sequías. Las represas también elevaron el nivel del agua, lo que proporcionó más poder. En el siglo XIX, el agua servía como fuente de energía para los generadores eléctricos.