Los grandes tiburones blancos crecen hasta 21 pies de largo, tienen una vida útil de aproximadamente 70 años y viven en todos los océanos del mundo. En contraste, los tiburones tigre crecen aproximadamente 16 pies, tienen una vida útil de aproximadamente 50 años y solo se encuentran en climas templados, especialmente alrededor de las islas en el Pacífico. Aunque un tanto visualmente similar, el tiburón tigre también tiene marcas características de rayas de tigre, aunque a menudo se desvanecen en adultos maduros.
Aunque los grandes tiburones blancos son responsables de la mayoría de las muertes de personas por mordeduras de tiburones, los tiburones tigre pueden ser más peligrosos. Nadan lentamente para acercarse sigilosamente a su presa antes de atacar con un estallido de energía. Son comedores insaciables y se niegan a abandonar una comida parcialmente consumida. Los humanos no son presa natural de los grandes blancos, y la mayoría de las mordeduras humanas de esta especie son exploratorias antes de que el tiburón se aleje para encontrar otro alimento. Si bien los tiburones tigre no buscan humanos para el consumo, es más probable que sus ataques sean fatales. Ocupan el segundo lugar, detrás de los grandes blancos, en el número de ataques de tiburones en humanos.
La coloración de los tiburones tigre los hace un depredador particularmente peligroso. En la parte superior, son de azul a verde claro y tienen una barriga de color claro. Esta coloración camufla el tiburón tigre a la presa, ya sea desde arriba o desde abajo. Tanto los tiburones tigre como los grandes blancos se consideran especies vulnerables porque los seres humanos reducen su población mediante la pesca.
