Los ejemplos de sólidos en soluciones gaseosas incluyen hidrógeno en platino y vapor de azufre en el aire. En química y física, hay tres estados de materia: sólido, líquido y gaseoso. A partir de estos estados, se pueden formar siete tipos diferentes de soluciones, incluidas las soluciones gaseosas, que implican la disolución de partículas de gas en sustancias sólidas circundantes o la disolución de partículas sólidas en gas.
La formación de soluciones requiere la combinación de un disolvente y un soluto. Los solventes son considerados las sustancias disolventes. En el caso de la solución de gas compuesta de hidrógeno y platino, el platino es la sustancia sólida o disolvente en el que se disuelven las partículas de gas de hidrógeno. Los solutos, por el contrario, son elementos gaseosos que se disuelven en materiales duros o sólidos circundantes. En la solución gaseosa de vapor de azufre en el aire, el soluto es la sustancia sólida del vapor de azufre que se combina con el aire, que existe como gas.
En algunas soluciones, el solvente y el soluto son de naturaleza muy diferente, lo que hace que sean fáciles de distinguir unos de otros. En soluciones formadas a partir de sustancias similares, como las preparadas a partir de dos líquidos o dos sólidos, a menudo es más difícil distinguir el soluto de la sustancia. En estos casos, se suele considerar que los solutos son sustancias de menor cantidad que crean la mezcla.
