Hay varios factores bióticos (vivos) y abióticos (no vivos) que están presentes en la tundra ártica, como el musgo, los osos polares, el suelo congelado y el viento. Los factores bióticos también incluyen plantas y animales como como el pasto, el liquen, el caribú, el pez y varias especies de aves. Otros factores abióticos incluyen bajas temperaturas, temporadas de crecimiento cortas, drenaje limitado y poca luz.
Dado que el suelo está congelado durante la mayor parte del año, los árboles no crecen en la tundra ártica. Gran parte de la tierra es desnuda y rocosa, soportando solo plantas y pastos bajos. En general, la tundra ártica tiene una baja biodiversidad y admite solo unas 1.700 especies de plantas y 48 especies de animales, principalmente con poblaciones bajas.